lunes, 16 de febrero de 2015

Prosa III: Caprichos

¿Sabes qué es un capricho?

Eres tú, pero sin poner excusas. El tú que se levanta y no quiere ir a trabajar. El tú que no sólo no teme las consecuencias, sino que no las entiende. El tú que hace lo que quiere y no le importa nada ni nadie. El tú al que no le preocupa el cuándo ni el por qué, sino el qué y el cómo. Eres tú lanzándote de un avión sin paracaídas, tú tragándote un bote de tabasco en hidalgo, tú estornudando con los ojos abiertos. Tú. 

Mi fascinación por los caprichos se remonta al descubrimiento de que siempre van precedidos de una excusa, como si no fuera suficiente que nos apeteciese, como si trataras de explicarle al mundo el por qué de tus acciones y, lo más importante, como si al mundo le importara lo más mínimo. Un día es un día, sea hoy Viernes, Lunes o Sábado, y me da a mí que tengo un antojo, aunque, por favor, no me mires así, que esto no lo hago yo muy a menudo. Ya sabes, un día es un día.

Un capricho eres tú en tu máxima expresión. Imperfecto, arrogante, necesitado. Quiero y no puedo, pero lo vuelvo a querer y ardo en deseo de tenerlo. Pero me controlo, porque no todos los días pueden ser ese día, así que me esperaré hasta el Viernes, o el Lunes o el Sábado y pondré una excusa que me cubrirá de esa necesidad de explicarlo al mundo. Y vuelta a empezar hasta el siguiente capricho.

Pero, ¿sabes qué? Hoy no es Viernes, ni Sábado, pero sí que es Lunes, y a mí no me tienes que poner excusas. Porque yo soy como tú, imperfecta, arrogante y necesitada. Así que hoy, y sólo porque un día es un día, me apetece que te apetezca tener caprichos. Comer hasta hartarte, pegarte un atracón de tus películas favoritas, vestirse sin destacar o destacar vistiendo, subirte al edificio más alto de la ciudad y gritar con los pulmones abiertos o, tan sólo, no hacer nada y ser feliz haciéndolo.

Un capricho eres tú, pero sin poner excusas. 

Éste es mi capricho de hoy, pero no el de mañana. Aunque hoy es hoy y un día es un día


P.D. Hoy es corto, pero intenso. Porque no todos los Lunes tienen que ser de obligaciones y largos textos. Hoy me apetecía ser directa. 

Alba

3 comentarios:

  1. hoy es un buen pretexto para ser uno, como todos los demás días, raramente lo leo un lunes después de tu publicación, el capricho solo queda en despertarse y ser mejor día con día.

    Te dejo un abrazo lleno de caprichos...

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